Se recomiendan espacialmente para colchones de látex o con capas de viscoelástica; las múltiples láminas de madera que son al mismo tiempo flexibles y resistentes se ajustarán con el colchón a la curvatura natural del cuerpo, brindándonos un apoyo cómodo y muy estable. Esta capacidad de ajuste se dinamiza aun más si los tacos que unen las láminas al bastidor están elaborados en plástico, goma o caucho y permiten un movimiento basculante del colchón, permitiendo mayor libertad para el durmiente en el cambio de las posiciones que asuma durante las horas de sueño.
Un buen somier: Imprescindible para nuestro colchón
En general los somieres resultan soportes muy útiles para todo tipo de colchones, pues facilitan su ventilación y favorecen la consecución de una base muy maleable, ideal para aprovechar al máximo las cualidades de adaptabilidad y elasticidad que posea el colchón.
Protección extra para su somier
Existe la posibilidad de condicionar la firmeza de las láminas centrales en muchos somieres, específicamente las que se ubican al área que corresponde a la zona lumbar, las cuales poseen unos tensores que regulan la flexibilidad de cada lámina, haciéndola más o menos tensa según se ajusten las pinzas plásticas hacia el centro o los extremos; generalmente esta área también puede presentarse con un doble laminado en la mayoría de los modelos, esto le da la posibilidad de mejorar la firmeza y favorecer a quienes padecen dolores de espalda o lumbares.
Gama Premiun: Somieres articulados, eléctricos o manuales
Un nivel superior de confort se alcanza con los somieres articulados, bien sean manuales o eléctricos, nos brindan la posibilidad de movilizar a conveniencia diferentes secciones del laminado, usualmente la parte superior correspondiente a la cabeza y el tronco; y la parte inferior para elevar los pies y las piernas, aunque dependiendo del modelo puede tenerse mayor o menor posibilidad de ajuste. En todo caso, lejos de lo que muchas personas piensan respecto a que este tipo de somier es exclusivo para la atención de pacientes en hospitales, o enfermos en sus casas; también puede dársele un uso más cotidiano para lograr posiciones más cómodas al leer, ver televisión, o descansar las piernas después de un arduo día de trabajo.
Ver menos texto