Ventilar nuestro colchón
Airearlo con frecuencia, de ser posible diariamente al levantarnos retirar las sabanas y dejar que se ventile al menos unos diez minutos, también se puede aprovechar esta rutina para sacudirlo un poco y evitar que se acumule el polvo.
Eliminar excesos de polvo o humedad mediante aspiración
Otra forma más eficiente de quitar el exceso de polvo y la suciedad de la superficie del colchón será pasar la aspiradora al menos una vez al mes con un cepillo suave, haciéndolo por ambos lados del colchón para evitar problemas de alergias y trastornos respiratorios.
Eliminación de manchas leves
Si observas alguna mancha sobre la superficie es recomendable preparar un poco de agua con jabón neutro, humedecer una esponja en la mezcla y escurrir muy bien para luego frotar la esponja sobre la zona afectada, dejar secar muy bien antes de vestir nuevamente la cama.
Malos olores
Si bien nuestros colchones son altamente transpirables, deshacerse de los posibles olores que hayan podido quedar impregnados en el colchón con el uso, sobretodo en segundas viviendas que quedan tiempo cerradas, una solución efectiva sería esparcir un poco de bicarbonato sobre el acolchado, dejar actuar unos minutos y retirar con la aspiradora.
Cambio de posición
En cuanto a los cambios de posición del colchón, se recomienda girar de pies a cabeza cada dos meses, y voltear cambiando de lado cada tres meses; de esta manera mantendrá su forma en óptimas condiciones, evitando un desgaste excesivo de algunas de las zonas del colchón. En el caso de los colchones que solo poseen una cara útil bastara con girarlos frecuentemente.
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